Muy buenas a todos!

Teóricamente hoy sábado tendría que estar compartiendo montaña y buen humor con los “Ytantos”, pero un compromiso familiar me lo impedía. Por eso, cuando hace unos días me llamó jdcabiale para decirme que el viernes 15 lo tenía libre, que pensaba subir al Alhorí y que si lo acompañaba … no lo pensé dos veces. Hice los “arreglos” oportunos con la empresa y con mi “consejera delegada” (esta última negociación la más difícil, por supuesto ) y finalmente ayer nos fuimos rumbo a Jérez del Marquesado.

Al poco de atravesar Jérez, nos sorprende ver que había caído una nevada la noche del jueves. No obstante con el coche (un turismo normal) pudimos llegar hasta un kilómetro y medio del Refugio. Concretamente aquÍ:

Al fondo una capa de niebla cubría el valle:

Pasamos junto al Refugio Postero Alto (no sé, pero últimamente me suena mucho )

La verdad es que el día se presentaba muy bien: un paisaje relajante y la compañía de un amigo reencontrado gracias a este foro después de más de 20 años, como ya he contado otras veces:

La “pega”: nieve recién caída, muy “resbalosa”, el camino que se pierde y que tuvimos que hacer un buen derroche físico hasta llegar al corredor:

Aquí José Antonio, con Jérez al fondo. El día permanecía nublado:

Son de esos días con una “luz” especial, parece que se ha utilizado un filtro, pero no, es la foto tal cual:

Como comentaba, la aproximación se hizo durilla. De hecho tuvimos que ponernos los crampones bastante antes de llegar:

Según nos vamos acercando, va saliendo el sol:

Y tras salvar las últimas rampas, vamos accediendo al circo del Alhorí:

Finalmente nos plantamos al pié del corredor (que emoción… ):

Una pequeña parada para reponer fuerzas (Dipupi, no sabes como está el pan de dátiles con nueces oferta de la semana ) y para pertrecharnos debidamente. José Antonio con sus armas “desenfundadas” y listas para actuar :

Señalo el recorrido por donde subimos:

Afortunadamente, mi socio Álvaro me prestó su casco y su piolet nuevos (). Que suerte!

Los primeros metros tomando el “pulso” al corredor:

Seguimos “progresando adecuadamente”:

Con la nieve caída, la progresión era más lenta, pero más segura. También aprovecho para comentar que el que se curró la mayor parte de la subida abriendo huella fue José Antonio:

Ya va quedando menos, pero hay que mantener la concentración:

El reflejo del sol nos va anunciando el final de la subida:

Los últimos metros, con esa mezcla de satisfacción y cansancio:

Como diría Paul, “Pancho y Chanquete” veinte años después… (pero ¿se puede disfrutar más que encontrarte con un buen amigo después de tantos años y comprobar que comparte tus aficiones y, es más, poder disfrutarlas con él? )

Tras la comida pensábamos subir al Cerro Pelao, pero las nubes y niebla amenazaban por el oeste:

Decidimos bajar, y si no es por el GPS de José Antonio, el regreso hubiera sido bastante complicadete :

Volvemos a pasar junto al Refugio, aunque esta vez ya se había ido toda la nieve:

Cansados, pero muy satisfechos, volvemos a Graná.

Y esto fue todo lo que dio de si el viernes, que no fue poco.

Un abrazo,