Muy buenas de nuevo!
En “esto de la montaña”, como en la vida, cada uno vamos intentando conquistar nuestros Everest particulares (el ejemplo, como anillo al dedo 
), y así, cuando superamos uno, nos sentimos atraídos por otro un poco más alto, más difícil, más… distinto. Como pone en las calificaciones de los niños: se trata de ir “progresando adecuadamente” 
. Pero en mi corta experiencia en este mundo montañero, me he dado cuenta de que, a partir de un momento, ya no basta la ilusión y las ganas. Si se quiere seguir “progresando adecuadamente” hay que dar un salto cualitativo (y cuantitativo ¡¡€€€!!! 
).
Este salto se produce cuando ya necesitamos de “aparatos antinaturales” que modifican nuestra forma de movernos habitualmente: crampones, piolets, mosquetones, gri-gris, “patos”, empotradores, subir y bajar encordados a una “guita”, cabullería variada…
Es aquí donde es necesaria la figura del que nos enseñe a desenvolvernos en todo ese mundo “hostil” de herramientas y palabrejas técnicas, de situaciones comprometidas y de manejarlas.
Encontrar a esa persona, cuando uno ya está medio calvo, con seis hijos..
quiero decir,cuando ha alcanzado la madurez con cierta brillantez , es más que una suerte: es una bendición!!!
Estaba en el coche cuando me llama jdcabiale:
– Oye, que me dice Juan Carlos Marfil, que si queremos, el sábado nos vamos al Corredor del Veleta…
– mmmmmmm 
mmmmmmm bueno, me apetecía ir más a la Boca de la Pescá… pero está bien, le acompañaremos… 
Obviamente, ni ese jueves por la noche, ni el viernes podía pegar ojo.
El plan me cuadraba pues había quedado con Doctor Maligno en acompañarle al Veleta, que sería su primer tresmil , y posteriormente fichamos a YUYU, con lo que quedaba un quinteto de lo “más mejón” 
.
Las predicciones daban vientos muy fuertes (era el pasado sábado 25), pero a primera hora estábamos los cinco en los Albergues para comprobar que era cierto 
pero dispuestos a todo.
El Doctor Maligno parece que está cogiendo aire y sintiendo las “buenas vibraciones” de ese día:
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